Cinco Puntos by Letibop #17 You can't wake up if you don't fall asleep
Cinco Puntos - Cinco de Julio de 2023
Me está dando un poco de vértigo lo rápido que va la vida. Vuelve a ser día 5, acabamos de estrenar temporada y sufro por si todo se precipita y se pasa en un suspiro. Quiero vivir en un verano eterno, mi mejor versión aparece entre junio y septiembre y como dijo aquel chico, "en verano todo es mejor". De eso hablaré en el punto cinco, pero vayamos por partes, que me acelero, ¿lo ves?
Empezaremos con una exposición de fotos de moda, un tentempié a media mañana: ligero, agradable y delicioso. Para delicioso el bocado que traigo en el segundo punto, me podría comer cinco sin pestañear ahora mismo, incluso diez. Crujiente, meloso y sabrosísimo. El tercer punto lo dedico a la sección de un podcast que me encanta. El podcast y la chica que lo hace realidad, un talento y una gracia como hay pocos. En el cuarto punto nos iremos al sur de Francia para recordar unas vacaciones en las que comí ostras como si no hubiera mañana, bebí Pastis y paseé por un puerto imaginando que era una chica francesa.
Va, paremos el tiempo mientras lees esta newsletter y disfrutemos del calorcito y la sal en la piel.
Punto #1: Miralda y Elle en París.
¿Alguien lo sabía?
La noticia llegó por Instagram. Mi currator de cabecera (sí, con dos erres), me chivó que la Virreina preparaba una exposición de fotografías de moda que el artista Antoni Miralda había hecho entre los años 1964 y 1971 para la revista Elle. “¿Cómo? ¿Miralda y moda? ¿El de Food Cultura? No me cuadra”.
Pues sí, resulta que el año pasado, mientras revolvía cajones, el bueno de Antoni encontró unas cajas con fotografías y negativos que retratan a modelos, entre ellas Twiggy, en las calles de París. Lo compartió con Valentín Roma, director del centro dedicado a la imagen, y lo dispusieron todo para la muestra.
La exposición es cortita pero preciosa. Al abrir la puerta nos dan la bienvenida varios negativos que nos trasladan al proceso de selección de las imágenes. Tiras de fotos, muchas marcas y un hueco, el agujero que ha dejado la elegida.
El artista saca a las modelos del estudio y las arroja a las calles huyendo de clichés o escenarios previsibles. Nada de Torre Eiffel o Jardines de Versalles, Miralda sitúa a las modelos en la periferia, en los márgenes, las lleva a los mercados sin pedigrí y a vías de circunvalación creando una sensación de espontaneidad muy diferente a lo que nos tenía acostumbrados la fotografía de moda de la época.
Puedes disfrutar de "Miralda y Elle" hasta el 1 de octubre.
Imprescindible este verano junto al paseíto y al helado de pistacho.
Punto #2: El bocado perfecto
A veces, si tienes suerte, encuentras un restaurante en el que todo es delicioso, ningún plato falla, cada propuesta es perfecta. Otras, si tienes mucha, mucha suerte, entre esos platos encuentras tu bocado perfecto, una combinación de sabores y texturas creados para hacer felices a tu boca y estómago.
Eso es lo que me pasó en el Maleducat con su brioche planchado con steak tartar, papada ibérica y yema ahumada. Fue un match, amor al primer bocado, un flechazo. Desde que lo probé, no ha pasado un día en el que no lo recuerde y piense que me podría comer cinco de golpe ahora mismo. No importa cuando leas esto.
El brioche, aplastado y convertido en base, pierde la forma de bollito y se transforma en una lámina crujiente untada en mantequilla. Sobre él se extiende el steak tartar, carne cruda perfectamente macerada, tierna y melosa que se funde en la boca. Descansando encima suyo, como estirados al sol, la finísima capa de papada ibérica y la yema ahumada. Un aperitivo que mezcla texturas y sabores en un equilibrio perfecto y que muere en tres bocados.
Si te animas a visitar el Maleducat, aquí tienes otros platos recomendadísimos:
Puerros templados, vinagreta de avellana, mató, tomates secos y limón.
Maccheroni, crema de foie y colmenillas.
Ostra Fine de Claire nº 2 de Thierry con gazpacho de piparra y hierbas.
Bacalao con mongetes de Santa Pau.
Chocolate, caramelo salado, café y Baileys.
Ah, el mezcal del final también estaba buenísimo.
Punto #3: Vestir Santas by Rita Rakosnik
Apártense los que defienden que la moda es algo frívolo, superficial o irrelevante. ¡Atrás! Que también puede serlo, y me parece estupendo, pero hoy vengo a gritar a los cuatro vientos que la moda es cultura, lema del Moritz Feed Dog, uno de mis festivales de cine documental favoritos. Y no lo hago sola, quiero presentarte a una chica que me tiene fascinada desde que la escuché por primera vez en Tardeo de Andrea Gumes. Ella es Rita Rakosnik, historiadora del arte, crítica, comisaria y persona que piensa mucho y bien.
En su sección “Vestir Santas”, analiza en profundidad tendencias, movimientos o prendas y lo relaciona con la historia, la sociedad y la cultura, cubriéndolo con una omnipresente muselina pop. Además de ser divertida, su sección está trabajadísima. Hay mucho curro en cada entrega: datos, anécdotas y curiosidades. Hace que aprendas casi sin darte cuenta. Un gustazo.
Para que lo compruebes, dejo por aquí 5 puntos maravillosos:
Quiet Luxury: Una tendencia en boga, la búsqueda colectiva de emular a los ricos luciendo prendas sencillas, minimalistas y básicas. ¿Qué hay detrás del lujo silencioso, el old money o el stealth wealth? The Row, Blair Waldorf o el estilo de los Kennedy le sirven a Rita para ilustrarlo.
El pantalón: El tema que vio nacer “Vestir Santas”. Un repaso a la historia del pantalón, tipologías y formas a través de iconos como Amelia Bloomer, Audrey Hepburn, Lizzie McGuire o Britney Spears.



Confesiones de una shopaholic: En algún momento todas nos hemos vuelto un poco locas en un ataque consumista, ¿verdad? Rita entona una voz colectiva para hablar de las compras, su relación con las mujeres y la historia del feminismo. Ojo a las cleptómanas de la época victoriana, mis manguis favoritas.

La falda: Temazo. Las hay para todos los gustos: Mini, maxi, midi, tubo, cargo, tenis, denim, plisadas, lápiz, con volantes… Rita pone orden y nos explica la historia, hitos en la cultura pop y tradición de esta prenda desde su origen hasta la reciente minifalda cinturón de Miu Miu.




El fin de los cores: En la era de internet no paran de aparecer tendencias cada vez más fugaces, pero ¿de qué hablamos cuando nos referimos a un core? Rita despliega su tesis y vaticina su final. La excusa perfecta para hablar de ciclos y de nuestra obsesión por categorizar y poner etiquetas a todo.

Si la has escuchado seguro que te has quedado con ganas de más. Aquí tienes una carpeta con todas sus intervenciones en Tardeo y en Avui Sortim.
Punto #4: Verano en Sète

Hacía tiempo que no pensaba en aquellas vacaciones, una escapada improvisada que surgió tras preguntar en Twitter qué pueblito costero del sur de Francia recomendarían para pasar una semana tranquila, comer bien y tomar el sol. La respuesta de Alberto fue clara: Sète, una pequeña villa de pescadores con la esencia de la costa francesa donde te vas a hartar a comer ostras a buen precio y con unas playas estupendas. ¿Quién se podía resistir? Cogimos el coche de mis padres, reservamos un apartamento y tras conducir unas horas con esta banda sonora nos plantamos en “La Venecia del Languedoc”.
Como decía, hacía mucho que no pensaba en Sète, pero en una semana, de golpe, apareció en la película de la Filmoteca, en varias conversaciones, en fotos de Instagram y en una canción. El recuerdo del pueblo que me hizo sentir como la protagonista de una película de Rohmer se había activado y me gustó tanto que he decidido darte cinco motivos para visitarla:
Les Joutes Languedociennes: Fue una sorpresa en medio del canal durante el paseo de la tarde. Un antiguo deporte acuático en el que dos equipos se enfrentan en barcas, tratando de derribar al oponente con una lanza. Hay uno que acaba en el agua. Loquísimo. Lo entenderás mejor viendo este vídeo.
Les Halles de Sète: Si quieres conocer una cultura, visita su mercado. El de Sète está repleto de paradas de fruit de la mer. Además, tienen un pacto con algunos bares y montan mesitas y a unos les compras el vino y a otros las ostras y el marisco.
La comida: En los restaurantes del puerto y en el mismo mercado puedes disfrutar de un auténtico banquete de ostras de Étang de Thau a precios de risa. Las puedes tomar al natural, a la brasa, rebozadas, en bocadillo… Y más delicias: las brochetas de pescado, los mejillones o la Tielle sétoise, una especie de empanada rellena de pulpo en salsa de tomate condimentada con hierbas provenzales y especias.
Plage de la Corniche: Una playa larga para descansar y disfrutar del sol. En esta zona hay vendedores ambulantes que ofrecen una especie de donuts artesanos. Sí, siempre pensando en comer.
El puerto: Te trasladarás a una película francesa de los 80 con los pescadores removiendo redes y francesitos sentados al fresco en mesas pequeñas, bebiendo Pastis y fumando Gitanes.
Punto #5: Soy otra persona

Cuando llega esta época del año me convierto en otra persona. No es solo un cambio de hábitos o costumbres, soy un ser diferente. ¿A ti te pasa? Para bien o para mal. Igual eres de los que se quejan por el calor, la humedad, los mosquitos y deseas que vuelva el maldito frío. Aun así, eres diferente a tu “yo” de enero, estoy segura.
La semana pasada estaba en casa y a eso de las 9 de la tarde (en verano son las 9 de la tarde, en invierno es de noche) sonó el móvil. “Vamos a tomar unos vinos a ese bar nuevo de Poble Sec, ¿te apuntas?” En 15 minutos me había vestido, pintado el ojo y salía por la puerta con mis enormes gafas de sol. A las 9 y sin haberlo previsto.
Mientras paseaba hasta el bar (del que te hablaré pronto) pensé que la Leti del 15 de enero ni de broma habría levantado el culo para salir a tomar unos vinos a esa hora sin tenerlo en la agenda. Imposible. La Leti del 15 de enero es más sosa, más aburrida y más “padentro”. En verano, en cambio, la predisposición aumenta, hay más ganas, más movimiento, más hiperactividad. La gente es más divertida y estar fuera de casa a las 9 es casi una necesidad.
Al llegar al bar lo comenté y Carla me dijo algo interesante: “Claro, en verano disfrutamos, recogemos, absorbemos. Nos cargamos de experiencias para poder crear y darle sentido con la llegada del frío. Ahora es momento de vivir y de nutrirnos, con el frío todo tomará forma”. Me quedé con esa idea del “yo dual”. Uno que con el sol sale a comerse el mundo y otro que se recoge y es un poco más aburrido.
No está mal ser dos personas según la época del año, pero si pudiera elegir, me quedaría siempre a 26 grados, cargada de energía y con la piel bronceada.
Mi mejor versión es ahora. Me voy a dar un paseo.
Punto y aparte

Cinco puntos breves pero altamente recomendables, aquí va el extra de verano:
Me encanta entrar en la casa de los artistas que admiro. Aquí puedes darte una vuelta por el hogar-museo de Miralda y ver su mesa roja para 18 invitados, el archivo de Food Cultura, menús, envoltorios, barbacoas y todo tipo de utensilios relacionados con la comida.
Un libro que he devorado, perfecto para el verano: “Sabor. Mi vida a través de la comida” de Stanley Tucci. Un repaso a su biografía con recetas y cócteles que han marcado su existencia. Todo regado con anécdotas y un sentido del humor finísimo. Cuando lo acabes querrás compartir mesa con él.
Aproveché la muerte de Berlusconi para revisitar “Loro” (Silvio y los otros), la película que cuenta los días más oscuros de la carrera de Il Cavaliere. La excentricidad del político italiano con el exceso de Sorrentino son el cóctel perfecto para una noche de verano. Deja frases lapidarias como “l'altruismo è il modo migliore per essere egoisti”.
Dos noticias relacionadas con Sofia Coppola que me hacen tremenda ilusión: El tráiler de su próxima película, Priscilla, biopic basada en las memorias de la que fue esposa de Elvis. Y el anuncio de la publicación de su primer libro, 488 páginas de contenido personal inédito con fotografías, collages, notas, entrevistas y más materiales que han formado parte del proceso de creación de sus películas.
Este carrousel donde Sam Youkilis retrata a Martin Parr mientras dispara fotos para Jacquemus tiene todo lo que me gusta.
C'est fini. Ponte las gafas de sol y salta a la calle. Ya sabes, es hora de disfrutar. Esta newsletter me hace feliz, así que no cierro por vacaciones.
¡Nos vemos el cinco de agosto!
Si te apetece hacer cualquier comentario me encontrarás en newslettercincopuntos@gmail.com.
Me hace mucha ilusión recibir vuestros mensajes.