Me gusta el verano, pero este me está poniendo a prueba. Qué calor, no es ni medio normal. Escribo desde Mallorca, Barcelona y Tossa, este año no hay viaje largo, pero traigo Cinco Puntos variados y con sabor balear.
Empezamos visitando un taller que me dejó con la boca abierta, imprescindible si visitas Palma. Después, para refrescarnos, nos vamos a una de las cafeterías más antiguas de la isla, si llevan con lo mismo desde 1700 será que lo hacen bien. Tras el dulce, nos lavamos los dientes con un dentífrico que sabe a cóctel y nos estiramos en la tumbona para ver una serie documental que retrata a un personaje interesantísimo, ya verás. Para acabar me planteo por qué nos fuerzan a elegir cuando podemos tenerlo todo.
Venga, prepárate algo fresquito y busca un refugio climático. Yo me he escapado a la biblioteca municipal para escribir estas líneas. Espero que las disfrutes.
Punto #1: El Taller Sert
Cuando me voy de viaje me gusta guardar un plato fuerte para el último día, visitar algo que espero con ganas y alegrar un poco la despedida. Así lo hice a finales de julio, en mi escapada a Mallorca me acerqué al Taller Sert de la Fundació Pilar i Joan Miró para explorar todos sus rincones horas antes de coger el avión.
Tenía claro que me gustaría, había leído poco, pero sabía que era un tesoro. Aun así, lo que encontré al girar el primer pasillo me sobrepasó y me provocó un Stendhalazo. Tener ante mí aquel estudio tal y como lo había dejado el artista antes de su muerte fue demasiado, me mareé y una chica me tuvo que acercar una silla. Qué bochorno.
El Taller Sert es el estudio que Joan Miró soñó toda su vida y se hizo realidad en 1956 después de que su esposa, Pilar Juncosa, le encargara el proyecto al arquitecto Josep Lluís Sert. Miró no se atrevía a planteárselo porque eran buenos amigos y quería evitar ponerlo en un compromiso (qué mono). Tras aceptarlo, Sert y Miró trabajan juntos para crear un edificio que se adapte al terreno, aproveche el clima y reúna las condiciones ideales. Era importante que fuera amplio, yayito Joan tenía que crear grandes formatos como el mural del Terrace Plaza Hotel de Cincinnati.
Si lo visitas hoy, además de las reproducciones de sus obras -no esperes ver originales, el taller no reúne las condiciones de conservación adecuadas, pero las réplicas dan el pego-, podrás disfrutar del entorno creativo en el que se movía el artista. Telas, aceites, acuarelas, lápices, monos de trabajo, pinceles, cepillos y esponjas se esparcen por el espacio mezclándose con objetos personales como postales, recortes de periódicos, piedras, mariposas enmarcadas, conchas o figuritas.
Es bonito pensar como a sus 63 años Joan Miró consiguió crear el taller de sus sueños y que hoy se conserve según su voluntad.
"Deseo que todo quede tras de mí como esté cuando yo haya desaparecido."
Punto #2: Coca de Cuarto
“Es el puto mejor sitio para desayunar y merendar. Bizcocho, ensaimadas y helado de vainilla”. Así de claro, conciso y contundente se mostró mi amigo Toni cuando me recomendó peregrinar hasta Ca’n Joan de s’Aigo en mi visita a Palma. Y no se equivocaba.
Me avergüenza confesar la cantidad de veces que pasé por sus tres cafeterías en la capital balear. Para evitar que me vieran repetir el mismo día alternaba los locales intercalando visitas por la mañana y por la tarde. Y es que su coca de cuarto acompañada del helado artesano en vaso de vidrio me volvió loca.
También probé la ensaimada y la palmera de chocolate, excelentes, pero ese bizcochito esponjoso y suave recubierto por una fina manta de azúcar glas que se funde en la boca se instaló en mi corazón y permanecerá ahí mucho tiempo. Para acompañarlo, lo mejor es uno de sus helados. Si buscas algo refrescante te recomiendo el de fresa y si eres golosón, el de crema, vainilla o avellana. Yummy. En invierno lo toman con chocolate caliente, pero con los 40 grados que caían en la calle no apetecía demasiado.
Punto #3: Dientes, dientes limpios. Dientes, dientes sanos.
Los pequeños detalles marcan la diferencia. Convertir lo cotidiano, aburrido o tedioso en algo agradable le da a la vida una chispita de alegría y eso es lo que hago cada vez que me lavo los dientes. No imaginaba que en Cinco Puntos tendría cabida la higiene bucal, pero sí, voy a escribir sobre cómo me lavo los dientes.
Siempre me ha dado pereza; sin embargo, hace unos años descubrí la marca Marvis y pam, sorpresa, dije adiós a los anteriores dentífricos. Primero me gustó el diseño del tubo, antiguo pero moderno, como la canción de Novedades Carminha. Después la variedad de sus sabores, huyendo de la omnipresente menta. Para acabar, lo que me mantiene alerta son sus ediciones limitadas, propuestas in&out con mezclas sabrosonas y originales.
Cualquier sabor es bueno, del regaliz a la canela, pero aquí va el ranking de mis cinco favoritos:
Black Forest: cereza, chocolate y menta
¿Pastel o dentífrico? No soy nada entusiasta de la mezcla de menta y chocolate, pero esta pasta de dientes es tan sutil que apetece comerse el tubo entero.
Rambas
Tutti Frutti. Sabores potentes, rabiosos, tropicales. Coco, mango y piña para el niño y la niña con brisa de cóctel veraniego. Lo primero que pensé al probarla fue “la piña colada de los dientes”.
Blossom Tea
La más sofisticada, elegante y suave. Inspirada en el Blossom Tea elaborado con flores de cerezo y melocotón. Finísima.
Sensitive Gums Gentle Mint
Sabor clásico, tradicional, para los que no quieren inventos. Menta, sí, pero muy suave y con un envase con colores muy de moda.
Amarelli Licorice
Un clásico fruto de la colaboración con la firma italiana Amarelli, famosa por elaborar regaliz desde 1731. Menta y regaliz, perfecta para el otoño. El envase es tan elegante que sirve de decoración en el cuarto de baño.
Punto #4: La fabulación infinita
Por fin, una serie documental que retrata a uno de los personajazos de la cultura pop del siglo XX en nuestro país, Terenci Moix. Algo olvidado desde su muerte hace veinte años, por fin se expone y reivindica su figura en un documental que se estrenará el 15 de septiembre en Filmin y ya se ha podido ver en el Atlántida Film Fest: “Terenci, la fabulación infinita”.
Terenci no era solo un escritor, era una máquina de comunicar, un vendedor nato, un pegamento que unía las mal nombradas “alta y baja cultura”. Un lubricante social, un seductor que coqueteaba con lo frívolo y lo profundo, un creador de personajes y realidades. Un ser libre en un país que no lo era. Alguien que querrías tener al lado en una cena.
Llegué a él con 16 años cuando compré a ciegas “Chulas y Famosas” en un quiosco de Lloret de Mar. Me llamó la atención la portada con una agresiva folclórica agarrando un puñal, coronada con una gran peineta y rodeada de vibrantes rosas y lilas. Aquel satírico retrato de los personajes que llenaban las páginas de las revistas de cotilleos y los programas de Tele5 me atrapó. Una mezcla de sarcasmo, denuncia y encantadora superficialidad que me sedujo y me abrió las puertas a su obra y vida. Sus programas de entrevistas, asistencia a eventos, relación con las celebrities… Todo lo que hacía ayudaba a dibujar uno de los personajes más atractivos y eclécticos que ha dado nuestro país.
Faltan algunas semanas para que se estrene la serie (15 de septiembre), pero para ir calentando motores te doy cinco motivos para verla:
Los claros y oscuros
No estamos ante un retrato complaciente. El documental nos muestra la parte más brillante, generosa y divertida de Terenci sin dejar de lado su faceta más oscura. Egoísmo, narcisismo y habilidad para manipular a los que tenía a su alrededor se dan la mano en un retrato emocionalmente rico y complejo.
Colita
La fotógrafa de la Gauche Divine está en plena forma. Todo un carácter que pone los puntos sobre las íes y si tiene que decir que en la familia Moix no había uno cuerdo o que Terenci era "un poco guarrete", lo dice sin rodeos. Golpe de abanico y sentencia. Colita está brillante y despierta carcajadas.
El amor de su vida
Las declaraciones de Enric Majó ponen un nudo en la garganta y nos llevan a zonas muy oscuras. Un punto de vista interesantísimo del que durante quince años fue el amor de su vida y con el que Terenci mostró su peor versión.
Socialité
Ver cómo Moix fluye entre celebridades de todo tipo es un gustazo. Ya sea en sus programas de entrevistas o en las largas sobremesas que acogía en su casa, contemplar ese savoir faire hace que desees trasladarte en el tiempo y en el espacio hasta allí.
El funeral
Genio y figura hasta la sepultura. El funeral de Terenci fue un desfile de personalidades que quisieron dar el último adiós al escritor y dejarle un paquetito de Ducados en el féretro a ritmo de canciones de Disney. Isabel Preysler y Miguel Boyer, Boris Izaguirre, Montserrat Caballé, Antonia Dell’Atte, Juan Marsé, Manuel Vázquez Montalbán… un espectáculo.
Terenci había nacido con el don de la risa y la intuición de que el mundo estaba loco.
Punto #5: El arte de no elegir
El estreno simultáneo de Barbie y Oppenheimer y el compromiso moral de elegir entre una u otra, además de aburrirme, me hizo pensar en la obligación de situarnos a un lado u otro de las cosas. Desde pequeños se nos plantean dilemas y se nos empuja a tomar parte en cuestiones innecesarias. Oasis o Blur, dulce o salado, cerveza o vino, playa o montaña, pueblo o ciudad, Barcelona o Madrid, hamburguesa o pizza… Y de ahí pasamos a tu serie, escritor, película, artista, comida, marca o deporte favorito.
Hace tiempo que decidí dejar de tomar decisiones cuando las opciones planteadas son compatibles. Paso. Mi capacidad de elección es tan laxa, relajada y fluida que soy capaz de alegrarme de la misma forma si en un derbi gana el Barça o lo hace el Madrid, aunque la mayoría de gente no lo entienda. Si vencen los blaugranas está bien porque es de mi ciudad y lo siento cercano, pero conozco a gente del Madrid majísima y si lo hacen ellos también me alegro.
Cuando me he negado a elegir me han llegado a decir que mi comportamiento responde a una falta de compromiso, evasión de responsabilidades o desmotivación. ¡Ja! Qué quieres que te diga, soy más feliz desde que abrazo múltiples opciones, incluso si son algo contradictorias.
Me he relajado, fluyo y me divierto más. He decidido no limitarme, paso de perderme una parte de la fiesta y quedarme solo con el 50%.
¿Por qué voy a elegir si puedo tenerlo todo?
Punto y aparte
Las cinco píldoras más ligeras que ponen punto y final a la newsletter:
Harry Styles es el protagonista del nuevo retrato de David Hockney. Se fraguó el mes de mayo en su estudio de Normandía y, antes de su visita, Hockney confesaba no conocerlo, para él “solo era otra persona que acudía al estudio”. Ahora asegura haberse puesto al día y haber visto todos sus videoclips. Imposible no quererlo.
Qué tal si en vez de preguntar “How old are you?”, decimos “How many years have you lived?”. Es una de mis reflexiones favoritas que lanza Diane von Furstenberg en el pódcast de Julia Louis-Dreyfus, “Wiser Than Me”. Recomiendo todas las charlas. Gracias por el descubrimiento, Aran.
Tras ver a Brad Pitt picando unas patatillas en Wimbledon entré en bucle con este vídeo. 15 minutos del actor comiendo y bebiendo. Gracias infinitas a quien lo haya creado.
Hace unos días volví a visitar Cameo, el pódcast de cine y series, para hablar de películas y gastronomía. Con la excusa del estreno de la segunda temporada de The Bear pasamos un buen rato charlando con Andrea Gumes y Chackson.
Si no tienes previsto acercarte a Mallorca, pero te apetece probar la coca de cuarto, aquí tienes una receta.
Espero que hayas disfrutado de la newsletter de agosto sudando menos que yo escribiéndola. Jamás me quejaré del buen tiempo, pero vaya veranito.
¡Nos vemos el cinco de septiembre!
Si te apetece hacer cualquier comentario me encontrarás en newslettercincopuntos@gmail.com.
Me hace mucha ilusión recibir mensajes, apuntes y sugerencias.