Cinco Puntos by Letibop #15 Nobody cares if you dance weird
Cinco Puntos - Cinco de Mayo de 2023
Cof, cof... perdón, pero los plataneros y su polen están rabiosos esta primavera. Para evitar la tos, los ojos llorosos y el moqueo, llega Cinco Puntos, más eficaz que el Ebastel Forte de 20mg.
Empezamos con una escapada a París donde nos acercaremos a una galería que nació en Instagram y acabó instalándose en la Rue Augereau. Tras la fugaz visita, volveremos al confort de casa y nos pondremos cómodos. Toma, pruébate esta camiseta, me remite a los años en que jugábamos en la calle y todo se curaba con mercromina. Pero no deshagas la maleta tan rápido, volvemos a salir, nos vamos a un retiro en Noruega para desconectar y sentirnos como un magnate de los medios. Con tanto viaje, ¿no tienes un poco de hambre? Yo siempre tengo hambre. Siempre. Te invito a un restaurante en el Mercat de Sant Antoni, nos vamos a chupar los dedos, ya verás.
Y para acabar, sesión de peluquería, el objetivo es salir ideales pero, conociéndome, la cosa puede convertirse en drama. ¿Has llorado alguna vez después de cortarte el pelo?
Venga, que el mes de mayo viene movidito y lleno de planes. ¡En marcha!
Punto #1: Un jour une illustration
Al despertarme, lo primero que hago es mirar el móvil. Lo sé, no está bien y cada día prometo dejarlo. Pese a ser un mal vicio, últimamente me limito a enviar algún mensaje cariñoso y repasar las ilustraciones que ha colgado en Instagram Joanna Journo en “Un jour une illustration”, la cuenta de su galería parisina.
Joanna es una comunicadora de 30 años que en 2020 creó “Un jour un Sempé” desde donde publicaba a diario ilustraciones como homenaje a uno de sus dibujantes favoritos, el maravilloso Jean-Jacques Sempé. Cuando cerró, en 2021, abrió “Un jour une illustration” para seguir compartiendo su pasión y, más adelante, la cosa fue tan bien que inauguró su propia galería en la capital francesa. Desde allí organiza exposiciones, representa a nuevos talentos y vende prints y originales de artistas noveles y consagrados.
Hace poco regalé esta pieza de Alexis Bruchon, ilustrador que se ha convertido en uno de mis favoritos. Además de enviarme lo encargado, Joanna había incluido varias postales de otros de sus artistas, una invitación a la inauguración de la exposición “Amour”, otra para la de Bruchon y una nota de agradecimiento firmada. Detalles que hacen que tenga marcada su galería como visita imprescindible cuando vaya a París.
Aquí puedes echar un vistazo a los originales y a los prints de su tienda online. Espero que te gusten.
Punto #2: La camiseta de Proust
Cada día paso por delante una de mis tiendas favoritas de Barcelona, “Gèneres de punt La Torre”, en Plaça Universitat. Es una boutique preciosa que abrió sus puertas en 1900 y todavía regenta la misma familia. Coronada con un gran letrero, exteriores de madera granate, zócalo de piedra y escaparates que dejan a la vista lo que allí se vende: ropa interior masculina, femenina y para niños. Pero no te imagines pijamas sintéticos con estampados de Pepa Pig o sujetadores con relleno y colores chillones, en esta boutique abundan las prendas nobles con telas y tejidos que destacan por su calidad y formas atemporales. Algodón, lana y fibras naturales. Braguitas, calcetines, hilo de Escocia y pijamería.
Visitar La Torre es viajar en el tiempo y yo entré en ese Delorean hace un par de semanas cuando a través de una camiseta expuesta en una vitrina me reencontré con la Leti de los 80. Una niña regordeta, con tirabuzones, que no paraba de bailar en la terraza mientras sonaba de fondo El último de la fila y el aire olía a suavizante azul. Esa que llevaba una camiseta Avet de tirantes caladita con una pequeña flor rosa y verde a conjunto con las braguitas. Siempre conjuntada.
La vi tras un cristal desde la calle y tuve que comprarla. Era mucho más que una prenda de ropa interior, esa camiseta era mi magdalena de Proust. Olor a plastilina, veranos en el pueblo, bolas de arena fina, colonia Nenuco y rodilleras en el chándal. Esa camiseta me acompañó durante años, me hizo sentir cómoda y me resguardó del frío en invierno. Quizás no puedo volver al pasado, pero puedo traer un pedazo al presente.
Cuando colgué la foto en Instagram abrí una puerta para muchas chicas y los recuerdos, en forma de mensaje directo, llegaron en cascada. Me hizo ilusión ver que una camiseta de algodón que empezó a fabricarse en los años 50 puede tener tantas historias detrás.
Punto #3: Nos vamos de retiro
Vestuario, música y exhibicionismo inmobiliario. Los tres temas que más me gustan de Succession, aparte de las majestuosas interpretaciones, trama brillante y el finísimo vaivén entre drama y comedia que gastan sus guionistas.
Podría hablar del tercer capítulo, de mi amor por Roman, de cómo he pasado de odiar al primo Greg a tenerle cierta estima, de la entradilla perfecta o del armario de Shiv, pero no. Hoy vengo a hablar del Juvet Landscape Hotel, ¿te suena? El telón de fondo del quinto capítulo de la cuarta temporada. El maravilloso escenario del retiro familiar que servirá a Roman y Kendall de campo de batalla en sus negociaciones con Lukas Matsson. El lugar desde el que te gustaría estar leyendo esta newsletter ahora mismo.
A 90 minutos de la ciudad más cercana, este lujoso hotel rodeado de montañas, cascadas y vegetación, es una joya arquitectónica. Sus propietarios lo definen como el lugar perfecto para "abrir la mente, conectar con la naturaleza y tomarte el tiempo necesario para fundirte con el entorno". Casi nada.
Si decides escaparte a este retiro noruego encontrarás tres tipos de estancias con precios que oscilan entre los 400€ y los 700€ por noche con desayuno y cena incluidos. Bastante más accesible de lo que esperaba, la verdad.
¿Me acompañas a dar un paseo por sus instalaciones?
Empezamos por las “Ladscape Rooms”, siete cubos con dos paredes de vidrio y vistas sobre el valle, el bosque o el río. Me encantaría pasar unos días en uno de estos cubículos, pero la ausencia de cortinas me inquieta un poco. No puedo evitar imaginarme un psicópata corriendo entre los árboles con un cuchillo ensangrentado en las manos. Soy así, lo siento.
Seguiremos echando un vistazo a las “Bird Houses”. Pequeñas construcciones que siguen el modelo tradicional noruego de las casitas de madera para almacenar alimentos. Una opción pequeñita (8m2) bastante parecida a las casas de pájaros. El lugar perfecto para instalar tu nidito de amor un fin de semana tan cerca de la naturaleza “que incluso puedes estudiar cómo crece el musgo”. Se flipan un poco con las descripciones de la web, la verdad.
Ahora llegamos a mi espacio favorito, dime tonta, “The Writers Lodge”. Un apartamento de 70m2 con dos dormitorios, sala, comedor, cocina y un patio con acceso al bosque. Ventanas de cristal que enmarcan las vistas al valle, al río y las montañas. El sitio soñado desde donde me imagino escribiendo. “Write, create or just be here”.
Además, el Juve cuenta con sala de conferencias -ya me gustaría a mí que el próximo team building fuera ahí, restaurante y espacio de baños, donde tiene lugar esta maravillosa escena.
Punto #4: Cocina de mercado
En 2011, cuando empecé a trabajar en la Ronda de Sant Antoni, descubrí un restaurante impresionante dentro del mercado -entonces provisional por las obras de remodelación-. Llegué al Casa Blanca un mediodía con hambre, poco tiempo y dispuesta a conformarme con un bocadillo y una Coca Cola en la barra, pero caí rendida tras probar sus alcachofas y un bacalao que de tan fresco parecía que acababa de saltar de la parada de delante.
Las instalaciones del mercado no eran las mejores. Se había ubicado temporalmente sobre una losa de hormigón poco confortable, pero lo que se cocía allí era cocina de mercado deliciosa y accesible. Me acostumbré a ir, ya fuera para tomarme una ensalada de tomate, aceitunas y ventresca o un fricandó con guisantes y patatas fritas siempre cortadas a mano. Pero el parón durante el traslado a las nuevas instalaciones y el cambio de emplazamiento hicieron que me olvidara de él, lo deslisté de mis habituales. Una pena.
Por suerte, hace unos meses lo recuperé y tengo la sensación que incluso ha mejorado. Todo sucedió cuando J se mudó al barrio y, un mediodía que yo tenía algo de tiempo y a él le apetecía descubrir el vecindario, recordé el Casa Blanca y nos acercamos al nuevo mercado. Había cambiado la forma, pero lo importante seguía igual, el mismo camarero y la larguísima carta con carnes, pescados, ensaladas, legumbres y verduras de las paradas de alrededor. Una maravilla.
Entre las señoras comprando rape fresco, la charcutería y las verduras del Maresme, tienes que dejarte llevar siempre por la recomendación del camarero. Él será tu chamán en esta experiencia y si te ofrece el pescado del día le harás caso. Créeme, sabe lo que hace. Tampoco fallarás si pides sepia a la plancha, canelones trufados, ensaladilla rusa, almejas a la marinera o su bikini perfecto de jamón ibérico. Parrillada de verduras, bacalao con tomate,costillas, patatas bravas o croquetas. Todo está rico.
Además, en esta nueva etapa, he descubierto sus desayunos. Puedes empezar el día con un “esmorzar de forquilla”, unos callos, un bocadillo de pollo y gruyere o con un croissant de chocolate, que siempre te irás contento. Luego, para bajar, te das una vueltecita y haces la compra en el que, desde 2018, se ha convertido en el mercado mejor restaurado de Barcelona y uno de los más bonitos.
Punto #5: Llorar en la peluquería
Hace unas semanas volví a la peluquería, tocaba sanear y cortar. Sé que para la mayoría de los mortales se trata de una práctica habitual, corriente, normal, pero no es mi caso. El pánico que me provoca -más que el dentista- hace que alargue al máximo el tiempo que pasa entre visitas. Un año, siete meses y dos días en esta ocasión. Debo admitir que el flequillo me lo arreglo en casa con unas tijeras de punta redondita perfectas para la clase de plástica de un niño de P4. Aun así, tras años de perfeccionamiento, he depurado mi técnica y me queda bastante digno.
Mis visitas a estos salones acostumbran a acabar en tragedia y es habitual que vengan acompañadas de una tarde llorando. Este no fue el caso y en La Mano Loca metieron la tijera, pero lo hicieron bien. Sí, La Mano Loca es el nombre de la peluquería donde Leo abre botellas de cava mientras esculpe melenas y cuenta historias divertidísimas con acento francés.
Pues bien, la visita a la peluquería me hizo recordar algunos de los episodios más dramáticos relacionados con mi cabello y he decidido explicártelos hoy:
Círculos de cultivo
Era verano y yo me había empeñado en hacerme mechas rubias. Pero no quería ir a la peluquería, ¿para qué? ¿por qué iba a confiar en un profesional pudiendo comprar un bote de decolorante y pidiéndole a mi madre que envolviera mis mechoncitos en papel de plata? Tras esperar el tiempo que indicaba el envase, desenvolvimos los mechones y me lavé el pelo. Se veía un contraste importante entre mi tono natural y las zonas decoloradas, pero no parecía dramático.
La sorpresa llegó al secarlo. A día de hoy no sabemos cómo sucedió, no tiene ningún tipo de explicación lógica, pero las zonas decoloradas formaban una redonda perfecta en mi cabeza, como los de los círculos en los cultivos que se atribuyen a seres extraterrestres.
Entré en pánico y empecé a gritar: “Mañana no puedo ir así a la radio, entrevisto al alcalde”. Además, era festivo y no podía comprar un tinte para cubrir aquello. Pero tuve suerte, mi madre se iluminó y consiguió un Farmatint en la farmacia de guardia. Gracias mama, hay hazañas que nunca se olvidan.
Sí pero no
En la universidad tuve un affair con un chico de los que se pasaban los días en asambleas, manifestaciones y comités. Muy rebelde, muy mono, muy Facultat de Ciències de la Comunicació de la UAB en 2001. Entre mis múltiples esfuerzos para llamar su atención encontré la maravillosa idea de hacerme rastas. Pero no todo el pelo, no, eso era demasiado radical, yo me hice cuatro rastas. ¡Cuatro! Dos en la parte derecha y dos en la izquierda. Ridículo. Con la melena suelta, los canutillos quedaban out of context y con el pelo recogido destacaban por su rigidez.
Me duraron un par de meses. El affair un poco más.
Soy Hagrid
Vale, no se trata tanto de un corte de pelo como de lo que le sucede a mi melena en ambientes húmedos: volumen y encrespamiento extremo. Para brindarte una imagen clara y no alargarme demasiado te diré que en el último Vida Festival, al salir del Polyclean, mis amigos me bautizaron como “Hagrid”, un mote con el que me siento identificada, cómoda y que responde a la apariencia de mi cabello si le doy libertad.
La chica del anuncio
Fui a la peluquería con la foto del peinado de la chica de este anuncio. Lo tenía claro, quería ese corte. Era arriesgado, pero me encantaba ella, su actitud, el rollito. Estaba tan entusiasmada que no pensé ni un minuto en que mi estructura facial y la de la modelo no tenían nada que ver. A ella todo le quedaba increíble. A mi cara de pan, no tanto. La peluquera ejecutó el corte con precisión quirúrgica, volví a la oficina, me miré al espejo y le dije a Montse “voy a estar toda la tarde llorando, no te preocupes, lo superaré”. Y así lo hice. Durante tres horas.
Mi pelo cruje
Fue en el instituto. Tenía el pelo destrozado tras años de plancha mala y decidí cortar por lo sano. Nunca lo he vuelto a tener así, a lo garçon y con el flequillo a un lado pegado a la frente. Muy emo.
La única forma de dominar aquello era embadurnándolo de gomina. Demasiada Giorgi. Tanta que cuando se secaba mi pelo crujía. Literalmente. Recuerdo ponerme el casco para ir en moto y escuchar cómo hacía “crec”. Fue una mala etapa de la que escondo algunas fotos. Mi hermana, cuando se enfada, amenaza con publicarlas. No te imaginas la tortura que eso supone.
Punto y aparte
Aquí tienes cinco puntos de regalo, los más ligeritos, un premio por haber llegado hasta el final:
Phoenix y Sofia Coppola han compartido hace unas horas un vídeo-regalo en Instagram. Un caramelo. La banda, nacida en Versalles, en el set de rodaje de María Antonieta, vestidos de época e improvisando una versión del "Run Run Run". Todo sucede mientras Coppola graba . Qué gusto.
El retiro de Succession está muy bien, pero, qué decir del armario de sus protagonistas? En esta cuenta de Instagram puedes ver de qué diseñador o marca es cada modelito y cómo lo lucen los personajes.
Fui a por cobre y encontré oro. Empecé buscando imágenes para ilustrar el punto cinco y acabé creando una galería con peinados que desafían al más perverso de los peluqueros. Escalofriante.
Cada etapa de mi vida está marcada por la obsesión con una “it girl”, por eso, el especial de The Cut me parece una joya. 151 mujeres que podría observar durante horas sin que movieran un solo dedo: Jane Holzer, Carolyn Bessette, Chloë Sevigny, Cory Kennedy... Tremendas.
Me parece muy interesante la propuesta de La Casita de Wendy “Inteligencia Artesanal”, un proyecto que fusiona tecnología asistida por IA y técnicas textiles ancestrales cercanas a la Alta Costura. Una buena forma de combinar tradición e innovación. Pero no te asustes, no voy a dar mucho la turra con el tema de la IA, bastante tenemos ya.
Hasta aquí la newsletter de mayo, escrita entre estornudos y ojos vidriosos pero feliz. ¡Nos vemos el cinco de junio!
Será lunes, pero intentaré hacértelo un poco agradable.
Si te apetece hacer cualquier comentario me encontrarás en newslettercincopuntos@gmail.com.
Me hace mucha ilusión recibir vuestros mensajes.