Hay personas que escriben bonito y otras que escriben verdad. Alberto Moreno hace las dos cosas. Editor de Vanity Fair España y mitad del podcast Decir las cosas junto a su panita Jesús Terrés, escucharlo y leerlo me recuerda que la sensibilidad no tiene que ser cursi, ni la elegancia impostada. Ambas pueden ser pop y divertidas, como él.
Moreno habla de portadas memorables, de hombres con aplomo, de queso frito, de velas que lo acompañan al escribir y, sobre todo, de la importancia de decir las cosas, incluso (y especialmente) cuando cuesta.
Es un lujo tenerlo por aquí y que, además de responder a mis cinco puntos, haya escrito la entradilla que sigue. Un regalo.
Espero que disfrutes.
Es importante decir las cosas porque lo que se queda dentro nunca suma. No crea calor y ese calor que muchas veces nos guardamos por culpa de la vergüenza podría ser un combustible muy útil para sanar al mundo. No creo en toda esa gente que te dice lo primero que se les viene a la cabeza porque son “muy sinceros”, pero sí en ese “te quiero”, “perdón” o "me pasa esto”.
Punto #1: ¿Qué personaje de ficción encarna mejor eso que tú llamas "tener estilo”?
Podría echar la vista atrás y tirar de lo obvio: el cine en blanco y negro en general con Gable, Bogart y Cary Grant a la cabeza. No solo porque sus trajes y peinados eran fabulosos, sino porque tenían ese aplomo tan teatral que te hacía confiar en ellos. A Jep Gambardella siempre lo tengo ahí —procuro repasar La gran belleza cada pocos meses— pero si me preguntas hoy tengo que responderte el conde ruso Alexander Ilich Rostov, protagonista de Un caballero en Moscú, de Amor Towles, que lo tenía pendiente y lo acabé hace pocas semanas. Rostov, recluido y degradado, es un hombre siempre en su lugar, que parece fácil, pero es imposible. Y además sabe maridar cualquier plato con sus correspondientes brebajes, un ejercicio de ciencia ficción para los que solo sabemos diferenciar al vino por colores.
Punto #2: ¿Qué ha de tener una portada de revista para que la recuerdes años después?
La composición tipográfica me obsesiona tanto como la propia imagen, así que puedo pasarme horas con el equipo de arte haciendo las composiciones. Con respecto a la foto, me gusta que tenga mucha información o poquísima, odio las medias tintas. Adoro absolutamente las portadas ilustradas si están hechas con gusto, como una que le pedí al artista italiano Emiliano Ponzi durante la pandemia. Pero lo que más me enamora tanto a las que intentamos en Vanity como a las que colecciono es ‘ese brillo especial’, y eso casi siempre lo aporta un personaje bien elegido.
Punto #3: ¿Qué comida o bebida te lleva directo a un recuerdo feliz?
El queso frito de mi abuela en los veranos de mi adolescencia en Calatayud. Un cuarto de kilo de queso fresco con dos dedos de aceite sobre una sartén incandescente y cocinarlo hasta que haga puntilla. Ella me insistía mucho en que lo acompañara con pan, pero yo siempre le respondía que si podía comer pan, podía comer otro trozo de queso.
Punto #4: Una entrevista que te habría encantado hacer.
La entrevista que siempre he querido hacer y que muchas veces se me ha escapado ha sido al cantante Michael Stipe. Sigue vivo y no lo descarto, pero creo que la habría disfrutado más cuando R.E.M. seguía en activo. Gran parte de culpa de que sea periodista fue una que le hizo Miguel Bosé en Séptimo de caballería cuando vinieron a presentar Up a España en noviembre de 1998. Es el grupo que más me ha acompañado a lo largo de toda mi vida.
Punto #5: Un lujo que te permites aunque nadie lo note.
Velas cuando escribo. Me obsesionan. Normalmente prefiero las que huelen a incienso o a vainilla. Diptyque siempre es una referencia, pero últimamente le soy fiel a las de tomate que ha sacado Loewe. Me hacen compañía y aunque no soy supersticioso, me cuesta muchísimo afrontar un texto sin una o dos encendidas sobre el escritorio.
Punto y aparte: El consejo más útil que te hayan dado.
No creas que te lo mereces.
Y hasta aquí las palabras de Alberto Moreno. Yo me despido por un rato. El día 5 estaré de vuelta con la newsletter de siempre, y el 15 llega un nuevo episodio del podcast, como siempre, con mi hermana.
Si te perdiste el último, te lo dejo aquí. El domingo siempre apetece un poquito de charla ligera.
¡Pásalo bien!
Mi panita ❤️.
De nuevo, qué interesante!
Voy a proponerme leer más a Alberto.