Cinco de diciembre y décima newsletter. La última del año. ¿Demasiado pronto para hacer balance? Quizás, pero prefiero precipitarme a llegar tarde. La de este mes es diferente, tiro la casa por la ventana y te regalo 25 puntos. 5x5. Serán más breves, sí, pero serán mis favoritos.
Siempre me han gustado las listas y 2022 luce bien para dedicarle una. Ha sido de los años más divertidos, intensos y excitantes de los últimos tiempos. Haciendo memoria me cuesta recordar otro mejor.
Ponte cómodo porque esta newsletter es de las largas, pero con un poco de suerte estarás de puente y la leerás con calma. Aquí van mis grandes éxitos del 2022.
Punto #1: Comer, beber, el rollo de siempre
Esto se me da bien, tanto que resumir mis favoritos en solo cinco puntos ha sido un reto. Podría haber dedicado veinticinco al noble arte de zampar y me habría quedado tan pichi. Pero como no puedo alargarme, aquí va mi selección:
Ostra japonesa, Restaurante Compartir
Podría aparecer cualquier plato del restaurante Compartir -hermano pequeño del Disfrutar- pero esta ostra con salsa ponzu, alga wakame y huevas de salmón me voló la cabeza (lo siento, Isa Calderón). Un bocado que te llena de mar y cítrico en equilibrio respetando el protagonismo del molusco. Una barbaridad.
El “Panchino” con caviar y crema agria ha estado a puntiiiito de arrebatarle la posición, pero la ostra con todo su umami gana.
Spanish Brandy Espresso Martini, Bar Two Schmuchs
El descubrimiento del año, traguito perfecto para después de comer, aunque como lleva café, es válido para desayunar. Pero también tiene bastante alcohol, así que puede ser una copa de noche. Tanto si dudas por si es temprano para beber como tarde para la cafeína, este cóctel y su maravillosa cremita te sentará bien.
Tortilla de Betanzos, Restaurante Batea
Otro restaurante del que podría destacar toda la carta, pero la tortilla de betanzos se lleva la palma. Cocida lo justo para que la parte exterior se solidifique, aguante el desparrame de su interior y soporte las gambas fresquísimas y casi crudas que la coronan. Estoy salivando. Hay que volver pronto.
Helado de cacahuete y salted caramel, heladería DelaCrem
No siempre está disponible y eso lo hace más deseable. Me contó la heladera que es un sabor que sirven a restaurantes, pero cuando les sobra (rara vez) lo ofrecen como “helado del día”. La incógnita de bajar por Enric Granados sin saber si disfrutarás de esta maravilla le añade un twist de emoción al paseo. Si no lo tienen, no pasa nada, pistacho y avellana nunca defraudan, estás en una de las mejores heladerías de Barcelona.
Ensalada de tomate, feta y pepino, cualquier isla griega
Durante las vacaciones de verano no hubo un día ni una isla en que no probáramos la clásica ensalada griega y todas, absolutamente todas, fueron increíbles. Quizás el paisaje, la calma y el sol tuvieron algo que ver porque la ensalada no tiene secreto, pero, puede alguien explicarme por qué en Barcelona no sabe igual?
Punto #2: Listen Baby
Entran por los oídos y me hacen vibrar. Conciertos, canciones y un solo podcast. Los cinco puntos se me vuelven a quedar cortos.
Polo & Pan, Festival Sonar
Tarde de verano, el sol se pone y el calor afloja mientras Jordi, Albert y yo bailamos con los brazos extendidos sin parar de sonreír en un clímax de felicidad absoluta. Los djs franceses pusieron la banda sonora perfecta, bases electrónicas y ritmos sabrosones que nos hicieron bailar como medusas por toda la pista.
Moderat, Sant Jordi Club
Este concierto todavía está fresquito, tanto como mis ganas de repetirlo. Empezaron fuerte, no bajaron ni un minuto y estallaron con temazos. La música, las luces, el ritmo, la compañía. La perfección. Desde el 6 de noviembre no ha habido un día en que no haya querido volver ahí.
"Aquest cop sí", Pau Vallvé
Hay canciones que te pillan en el momento perfecto, que definen cómo te encuentras y que conectan con el presente. Esta es una de ellas. Sencilla, sincera y bonita. Pequeña pero enorme. Pau Vallvé se ha marcado -una vez más- un disco redondo con temas que son pura artesanía y que me han hecho feliz.
"Midnights", Taylor Swift
Si cogemos todas las eras de Taylor Swift con sus estilos, colores y tonos, las pasamos por las talentosas manos de Jack Antonoff y le añadimos elegantes colaboraciones obtendremos Midnights. Un disco que ha batido todos los récords posibles y que se ha convertido en uno de mis preferidos de 2022.
Hotel Jorge Juan, Javier Aznar
Si tengo que elegir un podcast favorito no dudo. Soy incapaz de contar cuántos he escuchado este año, pero ninguno me gusta más que el que prepara en su hotel Javier Aznar mientras disfruta de un Seagram’s tónica. El jueves es un buen día, pero gracias a este podcast sabe todavía mejor.
Punto #3: Read me something
Alerta, aquí no encontrarás exclusivamente novedades o libros publicados este año. Aquí tienes algunas de las lecturas de 2022 que se me han grabado a fuego.
"Guía de la Costa Brava", Josep Pla
No es un libro, es una joya. Llevaba más de un año detrás de esta edición y la encontré a precio de risa en Wallapop. Pla nos acompaña de Blanes a Port Bou recorriendo la Costa Brava en un libro que había imaginado en su adolescencia. Los textos van acompañados de mapas ilustrados desplegables y fotografías en blanco y negro de Ramón Dimas.
Uno de los sitios más bonitos del mundo recogido en uno de los libros más bonitos del mundo.
"Más que una mujer", Caitlin Moran
Lo ha vuelto a hacer. Caitlin Moran explora la vida de una mujer de cuarenta años desde la cotidianidad de su día a día. Hay momentos divertidísimos y otros duros, pero jamás pierde su rollazo. En la continuación del ya clásico “Cómo ser mujer”, Moran se muestra algo más madura y reflexiva, pero igual de ingeniosa e incisiva que siempre.
No puedo evitarlo, cuanto más la leo, más la quiero.
"Mientras escribo", Stephen King
Al empezar esta newsletter recuperé el clásico de Stephen King. Un manual que me ha ayudado a ser más precisa con lo que escribo. Gracias a él me fijo en los detalles, elimino lo superfluo e intento darle ritmo a lo que cuento. Me he vuelto en una loca de la edición. Yo, que tengo un libro del que me avergüenzo y que ni siquiera leí mientras lo escribía.
"Collado. La maldición de una casa de comidas", Carles Armengol
El último libro que he leído y con el que más he conectado. Carles Armengol explica la historia del Collado, el bar de sus padres donde creció entre platos de escudella y fricandó viendo desfilar a personajes algo peculiares durante los años 90. No he leído nada que retrate mejor lo que significa que tu familia se dedique a la hostelería.
Además, Carles se pasó por el club de lectura y resultó ser encantador.
"Ruido de fondo", David Gistau
Me gusta pasear por la biblioteca sin buscar nada en concreto, dejarme llevar y escoger algo que, a priori, no coincide con mis gustos. A menudo fallo y no paso de las veinte páginas, pero cuando acierto… Qué gustazo cuando acierto. Es lo que sucedió con “Ruido de Fondo”, un libro que gira en torno al asesinado de un aficionado del Bayern a manos de unos Ultra-Sur en las horas previas a un partido. La agilidad de Gistau, sus descripciones y las pinceladas de humor hicieron que un libro de fútbol me durara una tarde. A mí, que el fútbol psé.
Punto #4 : Con estos ojitos
Tres pelis, una serie y una exposición. Me entran por los ojos y se me quedan dentro.
"Pacifiction", Albert Serra
No me equivocaba en agosto cuando dije que era la mejor película del año. Cerramos 2022 y lo sigue siendo, a distancia de cualquier otra. Mantengo todo lo que escribí aquí mientras Serra suma premios internacionales como el Louis-Delluc o el que otorga la revista Cahiers du Cinema. Premios importantes cuyas galas no dan vergüenza ajena ni huelen a rancio.
No soy muy de repetir pelis, pero en un mes la vi dos veces y creo que no voy a acabar el año sin que caiga una tercera.
"Autodefensa", Miguel Ángel Blanca, Berta Pietro y Belén Barenys
A una semana de su estreno, Twitter ya había estallado lanzando puñales de odio contra la serie, las protagonistas y lo que podía verse en apenas un minuto de trailer. Yo, en cambio, estaba deseando ver esos primeros cinco capítulos, sabía que iba a gustarme. Autodefensa es juventud, drogas y sexo, sí. Pero también es salud mental, feminismo y reflexiones de veinteañeras instaladas en el privilegio, que asumen su condición y tienen algunos problemillas. No pretende ser el retrato de una generación. Es, simplemente, una autoficción en capitulitos de 15 minutos que muestra pinceladas de la vida de Berta y Belén. No hay que darle más vueltas.
"Turner. La luz es color", MNAC
Mi exposición favorita. Un viaje a través de los paisajes de Turner en más de cien pinturas, acuarelas, dibujos y cuadernos de bocetos de la colección de la Tate.
La luz, los colores, las atmósferas. Me podría pasar un buen rato delante de cada cuadro de Turner y no me aburriría. Me planto allí, abro los ojos, dejo que acuarelas y óleos se me metan dentro y me pregunto, ¿cómo lo hacía?
“El Rayo Verde”, Rohmer
Verla en la Filmoteca era algo que tenía pendiente y el momento llegó este verano. Como escribía en la newsletter de agosto, en cuanto llega el buen tiempo pongo en bucle sus películas, a cualquier hora. Reflejan todo lo que me gusta de la mejor estación del año y me ponen de buen humor.
El 25 de agosto salí de la Filmoteca con una sonrisilla, di un paseo por el Raval y volví caminando a casa justo antes de una tormenta de verano. Fue bonito.
La peor persona del mundo, Joachim Trier
Dramas del primer mundo de una treintañera un poco desastre. Ligereza, algo de frivolidad y crisis existencial. Con esos ingredientes, ya me tienes. Conecté rapidísimo con Julie y sus problemitas, disfruté de la película y la chica me cayó bastante bien, pese a ser tachada de egocéntrica y narcisista. Una de mis favoritas del año, sin duda.
Punto #5: Light my fire
Experiencias, sensaciones y cosas por las que vale la pena levantarse cada mañana.
Islas griegas
“Ha sido el mejor viaje de hermanas de nuestra vida”. Una frase que lo resume todo. Este verano no necesitamos ir a la otra punta del mundo para encontrar el paraíso. Kilómetros en moto, sol, comida rica, paisajes espectaculares, saltar de isla en isla, estar a punto de perder el ferry, isla pistacho, el viento, personita pequeñita, 12 bolas de lukumás con helado y crema, café más bueno que en Roma, “en Naxos me relaxos”, la acrópolis resbala, otro cóctel en el beach club, “nos hemos perdido, hay que volver”... Once días en Grecia de pura felicidad.
Terre de Hermès
La semana es complicada, entre viajes, reuniones y compromisos cuesta encontrar un hueco en la agenda, pero, de golpe, se abre una oportunidad: un café a primera hora, tempranísimo y luego, a trabajar. Ese momento antes de arrancar la jornada sirve para ponernos al día en besos, risas y llevarme su perfume impregnado en la ropa. Nos despedimos y bajo paseando hacia la oficina, me siento delante del ordenador, tomo aire y ahí está. No hay nada mejor que oler a él.
Madrugar en verano
Desde que mis padres se mudaron a Tossa me encanta ir a pasar unos días en verano, madrugar y ver salir el sol en la playa de la Mar Menuda. Es un espectáculo brutal, una explosión de colores que me reconcilia con el mundo. La Costa Brava es mi debilidad, pero ese trocito a primera hora de la mañana es la hostia. El azul oscuro casi negro da paso a rojos anaranjados, amarillos y, de golpe, blup, ya es de día. Bañito con el mar en calma y a desayunar.
Escaparme sola
Este año el destino fue Lisboa y, pese a que la ciudad no me encantó, marcharme sola un fin de semana largo es de las cosas que recuerdo con más cariño ahora que acaba el año. De estas fugas me gusta todo, la previa buscando vuelos, restaurantes, rutas, curiosidades. Coger el avión, llegar al hotel, convertirlo en casa, pisar la calle y entender la ciudad. Regresar, deshacer la maleta, hacer balance y pensar en la próxima. De hecho, ya lo estoy haciendo y Edimburgo me está rondando.
La virgen de agosto
Este verano me marché demasiado pronto de viaje y al volver me sobraron dos semanas en las que parecía que todo el mundo se había esfumado de la ciudad. Decidí quedarme en Barcelona y explorarla como si fuera una turista, hacer el guiri en casa, una experiencia que recomiendo muchísimo. Un día visité el pabellón Mies van der Rohe, otro subí al MNAC, bajé las Ramblas hasta la playa, fui a la Filmoteca de noche, me tomé una absenta en el Marsella, tuve una cita… Me faltó coger el bus turístico para ir a la Sagrada Familia, pero eso ya me pareció excesivo.
Punto y seguido
Después de veinticinco puntos este es innecesario, pero quiero aprovecharlo para darte las gracias por leer hasta aquí, por estar al otro lado cada mes y por hacer que esta newsletter tenga sentido. 2022 ha sido el año en que más afortunada me he sentido por detalles como este. Saber que hay alguien al otro lado dispuesto a leer mis chorraditas no deja de sorprenderme y alegrarme. Gracias.
Acaba bien el año. Nos leemos el cinco de enero preparando las mandarinas para los Reyes y con la lista de objetivos 2023 reluciente.
Si te apetece hacer cualquier comentario me encontrarás en newslettercincopuntos@gmail.com.
Me hace mucha ilusión saber qué te ha parecido.
He podido por fin ir a delacrem
he estado un par de días en barcelona y pasé cerca de la heladería que tenía marcada. me hizo ilusión poder seguir uno de tus puntos :)