Después de unos días siendo feliz en Grecia, me he refugiado en la biblioteca para preparar esta newsletter. Aquí la temperatura es óptima, me gusta la luz, el ambiente y observar a la gente.
Este mes traigo puntos ligeros: Una casa con piscina, 100 helados, postales, gel de ducha y un punto cinco que empezó cargado de malas vibras pero acabó bien.
Esta entrega huele a playa, protector solar y fruta fresca. Toda tuya. Disfrútala.
Punto #1 La casa de la piscina
Dicen que hoy es el día más caluroso de la historia de Barcelona y, en casa, se ha estropeado el aire acondicionado. Ufff. No pasa nada, abro las ventanas, cojo un abanico y me sirvo un café americano hasta arriba de hielo, “Freddo Spresso” que decían en Grecia. Abro Instagram y aparece una piscina adosada a una casa de madera y rodeada de árboles. Oh.
Troncos, piedra y agua. Quiero estar ahí. Es la “Pool House” que George Nakashima construyó en 1958 junto a su hija mientras ella estudiaba secundaria. Esta casita de madera con piscina, no es un proyecto cualquiera del diseñador y ebanista, es una obra de arte que encapsula su filosofía y experiencia, además de servir para transmitir el conocimiento adquirido a lo largo de su vida a su hija Mira. Ella, tras la muerte de su padre, se convirtió la única heredera de su legado artesanal y responsable de mantener viva su memoria.
El espacio respira simplicidad, sencillez y calma. La manera en que los elementos se integran en la naturaleza hace que todo fluya en armonía. Nada sobra, nada falta. La estructura de bóveda de cañón de madera está abierta, no es casual; se diseñó para utilizarse durante los meses de verano y hace que la casa respire. Me gusta la forma rara de la piscina, el trampolín y la escalera. Es honesto.
La relación con el entorno y el uso de la madera transmite respeto por los materiales. Las piezas se han seleccionado cuidadosamente, poniendo en valor sus imperfecciones naturales e integrándolas para darles un carácter único.
Te apetece hacerle una visita y quizás darte un chapuzón, ¿verdad? Lo segundo no te lo puedo prometer, pero lo primero sí. La “Pool House” de Nakashima está en New Hope, Pennsylvania, en la propiedad que también acogió su residencia , el estudio-taller, un espacio dedicado a la cerámica, un showroom-galería y los jardines. Si decides hacer una visita encontrarás todos los detalles aquí.
Punto #2 Al rico helado
Sundae, cassata, sorbete, affogato, dondurma, semifreddo, sherbet, frozen yogurt, spumoni… Hay tantos tipos de helados como sabores y, ahora mismo, me apetecen todos. Pistacho, turrón, fresa, dulce de leche, gianduja, ricotta, limón, fior di latte. Tremenda lista la que ha elaborado Taste Atlas, una guía de viajes que recopila recetas, recomendaciones, reseñas y artículos sobre ingredientes y platos tradicionales del mundo.
En pleno verano no podía faltar una selección de los 100 helados más icónicos del planeta. Ojo, no dicen que sean los mejores, sino que son los que resultan más emblemáticos, ya sea por su historia, tradición o personalidad.
En estas olimpiadas del frío y el dulce, Italia se lleva la primera plaza (oh, qué sorpresa), seguido de Estados Unidos. Solo tres heladerías españolas aparecen en la lista: Los Italianos de Granada, Sirvent de Barcelona y Casa Mira de Málaga.
Me hace mucha ilusión (y me preocupa un poco) conocerlas todas. Soy el monstruo del helado y no me había dado cuenta. En fin, aquí va mi reseña de cada una:
Helado de turrón de la Sirvent: Soy una devota de la horchata de este local, elixir de dioses, y he probado tres de sus helados: pistacho, café y, el recomendado en la lista, turrón. Una buena opción, cremoso y contundente. Por su textura y sabor lo asocio más a los meses de otoño-invierno. Es un helado que alimenta y reconforta, no refresca.
Si te acercas, pide también una horchata. Te va a encantar.
Helado de turrón de Casa Mira: Pasé en Málaga dos días antes de un festival y me comí cuatro cucuruchos (recomendación de Eva Morell). Máxima calidad, puro disfrute. Lamentablemente, no probé el de turrón, pero no tengo ninguna duda de que es una opción excelente.
Cassata de Los Italianos: Estéticamente es mi favorito. Me gustó su forma, original, diferente y muy colorida, pero me decepcionó el sabor. Sin matices, imposible diferenciar los ingredientes y demasiado dulzón. Los trocitos de fruta me encantaron visualmente, puro confeti, pero el sabor, ñeee… Le ponen tanto de todo que acabas sintiendo nada de nada. Bueno, azúcar, eso sí que lo sientes hasta que te duelen los dientes.
Para conocer todos los helados de la lista date una vuelta por aquí. El análisis es digno de admiración. Te permite ver las peculiaridades de cada región y algunas de sus rarezas. Recomiendo hacerlo con un cucurucho de tres bolas en la mano.
Punto #3 Regreso al pasado


El debate sobre el uso de la AI me aburre, así que no abriré ese melón. Aquí hemos venido a veranear y, ante estas broncas polarizadas, yo me quedo a un ladito disfrutando de lo bueno de la vida.
Por eso, en el punto tres, te traigo las creaciones de Niklas Engvall, un creativo que utiliza la Inteligencia Artificial para inventar postales de Miami o St. Tropez en los 80, Mónaco en los 2000, Río de Janeiro en los 60 y mucho más.
Aquí tienes una muestra:












Si quieres explorar más galerías, puedes hacerlo en su cuenta de Instagram.
Punto #4 Mi gel griego
Mientras escribo, tengo al lado un bote de gel de pera y miel que abro cada 15 minutos, me lo acerco a la nariz e inhalo con ganas. Parece que esté dándole al popper, pero nada más lejos de la realidad. Esta mezcla suave y natural es mi olor favorito del verano, me relaja y me mantiene de buen humor. Un chollo comprado en el aeropuerto de Atenas. Además, es el gel que utilizo antes de dormir, en la última ducha del día, y que me aplico con toquecitos detrás de las orejas, en la clavícula y en las muñecas, como si fuera un perfume.
Esta maravilla es el Honey Pear Pure Greek Olive Shower Gel de Korres, marca de cosmética más griega que la Acrópolis y descubrimiento del verano. Este gel es mi favorito, pero todos los productos de la marca son más que recomendables. Su pasta de dientes de hierbabuena y lima ha hecho que mi colección de Marvis se retire temporalmente al armario del cuarto de baño y su pastilla Miracle Milk Multi-Tasking Cleansing Balm acaricia mi cara y cuerpo cada mañana en la ducha. Da un gustirrinín.
Además, el origen de la marca como farmacia homeopática en Atenas, el uso de ingredientes naturales, plantas griegas y la combinación de ciencia y tradición para elaborar sus productos me ha enamorado. Αγαπώ την Korres.
Punto #5 Del mal a la belleza
Empecé a escribir el punto cinco mientras reflexionaba sobre el mal. ¿Qué hace que alguien se aleje de la bondad para abrazar la maldad? Aguanté poco. Aquel texto me generaba una aspereza en la boca del estómago y un malestar que quiero mantener alejado de Cinco Puntos. Aquí, en mi edén virtual, solo tienen cabida cosas agradables.
Por arte de magia, se cruzó en mi camino el artículo “Teoría y práctica de la belleza”, de Elsa Fernández-Santos, que me sacó del barrizal. Al final, recoge parte del monólogo de Woody Allen en la película Manhattan, “ese en el que enumera las cosas que hacen que valga la pena vivir”. Después, Fernández-Santos añade algunos elementos que dan sentido a su vida. El juego, pese a ser simple, me gustó y he querido hacer mi lista. Aquí va:
Una puesta de sol. Las noches de luna llena. Las tormentas de verano. Los pistachos. La fideuá de mi padre. Los postres de mi madre. El primer trago de cerveza. El olor a café por la mañana. Las Ruffles Jamón. La barra del Gresca. Los bocadillos de pastrami. Encontrarte un billete en un pantalón. Una cama con sábanas limpias. Kiki y Bouba. Los mensajes de J. La siesta. Las tardes en la filmoteca. Marcello Mastroianni. Rohmer. Sofia Coppola. Las viñetas del New Yorker. El cine al aire libre. Los festivales. Las librerías de segunda mano. La felicidad compartida. Taschen. Una caricia. La amistad. Hacer reír a alguien. El “Milk” de Moderat. Correr. Jane Birkin. The Factory. David Lynch. Hockney. Sex and the city. Los nervios por algo bueno. Viajar con mi hermana. Los podcasts. Despertarme. Los ataques de risa. Grecia. Ir en bici. Pasear durante horas sin destino. Escribir lo que me apetezca.
Que hayas leído hasta aquí.
Punto y aparte
Esta foto de Charles Schulz, creador de Snoopy, con su perro (el Snoopy original) ablandó mi corazoncito y me dio buen rollo.
Me gusta mucho esta colección de flotadores y accesorios para la playa de Petites Pommes. Son daneses, retro y muy bonitos.
Del recomendadísimo podcast de Julia Louise-Dreyfus, Wiser Than Me, saqué una frase de la escritora y activista feminista Gloria Steinem que me encantó.
Dear Goddess: I pray for the courage to walk naked at any age. To wear red and purple, to be unladylike, inappropriate, scandalous and incorrect to the very end.
Puedes escuchar la charla completa aquí.
Volví a ver La Notte de Antonioni en la Filmoteca y me volví a enamorar de Marcello Mastroianni, Jeanne Moureau y Monica Vitti. Qué bellos eran. Volver a la Italia de los 60 siempre es una buena idea.
Este capítulo de Unlocked Podcast me ha parecido súper interesante. Una charla sobre el uso de drogas en entornos recreativos, principalmente en festivales de electrónica. Sin tabúes ni juicios morales, los presentadores y miembros de Energy Control abordan el uso de MDMA, speed, popper, ketamina, cocaína, tusi y otras sustancias ofreciendo un enfoque basado en la educación y la reducción de daños. Muy recomendable.
Hasta aquí la entrega de agosto. Vuelvo el día 15 con el podcast y la compañía de mi hermana
. Ya sabes, puedes escribirme por mail o Instagram y explicarme qué es lo que más te gusta. Me encanta leerte y saber qué piensas.¡Gracias por estar ahí y disfruta del verano!
❤️👏🏻
Helados, paseos, mar, risas y rufles jamon jamon. 🩷